Desplome en la inversión privada de Perú: Proyección de -5,3% para este año
La inversión privada en Perú está experimentando una marcada disminución, y se espera que cierre el año con un alarmante -5,3%. Este preocupante declive se debe, en gran parte, a la falta de confianza empresarial y la ausencia de proyectos significativos, especialmente en la industria minera, que se contraerá en un abrumador 18,1%, según informa el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

Este fenómeno está teniendo un impacto significativo en la economía del país, contribuyendo a la desaceleración del Producto Bruto Interno (PBI), que ya cayó un 0,5% en el primer semestre y se anticipa que cierre el año por debajo del 1%. En los primeros seis meses del año, la inversión privada se redujo en un 10%, y para fin de año, se proyecta una contracción del -5,3%, una cifra que supera el doble de las estimaciones anteriores del mes de junio (-2,5%).
La inversión privada en el sector minero está siendo particularmente afectada, ya que no se vislumbran proyectos de la envergadura de Quellaveco, que ya ha agotado su inversión inicial y comenzado a operar. Proyectos como Inmaculada, Toromocho, Zafranal, Yanacocha Sulfuros y otros que se centran en minas existentes y tienen menos trámites burocráticos tomarán tiempo en revitalizar el sector. Para el 2024, se prevé una caída del 7,6% en la inversión privada minera, aunque la inversión total podría aumentar un 1,8%.
Este retroceso en la inversión privada está afectando a diversos sectores, incluyendo la manufactura, la construcción y los servicios. La construcción de viviendas, incluida la autoconstrucción y los programas de vivienda social, muestra indicadores a la baja. La falta de predictibilidad en el entorno de inversión privada es una de las principales preocupaciones, y las expectativas empresariales han estado en un estado pesimista durante 29 meses consecutivos.
La Sociedad Nacional de Industrias (SNI) advierte que se necesitan medidas radicales para reactivar la economía y que esto requiere la colaboración no solo del Poder Ejecutivo sino también del Congreso, la Contraloría y el sistema judicial para desbloquear proyectos. Además, se destaca la necesidad de un shock de inversiones en edificación e infraestructura, especialmente para desbloquear proyectos por valor de más de 20.000 millones de soles que actualmente están paralizados. Se considera que el gobierno debe implementar políticas disruptivas para apoyar a las micro y pequeñas empresas, que en su mayoría operan de manera informal y enfrentan dificultades para acceder a créditos del sistema financiero. La incertidumbre económica actual está teniendo un impacto negativo en estos negocios, lo que podría resultar en la quiebra de miles de micro y pequeñas empresas.